martes, 1 de marzo de 2016

La importancia de una buena alimentación para nuestro cerebro

Alimentos  para nuestras neuronas
Para funcionar correctamente, el cerebro necesita la   energía y una buena nutrición, una quinta parte del oxígeno,  de los  nutrientes y  la energía  que consume   una persona, van directamente al cerebro.

 El cerebro está compuesto principalmente de grasa y agua, y contiene cerca de 100 mil millones   neuronas. Una función clave de las neuronas es la de transmitir y recibir información. Una nutrición adecuada aumenta  el proceso de generación de las nuevas células cerebrales. El agua, las grasas buenas, las proteínas, los carbohidratos y los micronutrientes, ayudan a la fabricación de  más neuronas en el cerebro.

Las grasas construyen el cerebro, las proteínas las unifican, los carbohidratos les aportan energía y los micro nutrientes lo defienden.

Nutrientes necesarios para un buen funcionamiento cerebral
Las grasas saludables, Estas  son muy necesarias  para el buen funcionamiento del  cerebro, por lo que sería un error suprimir su consumo. Se encuentran, por ejemplo, en el aceite de oliva extra virgen, de coco, de linaza, de sésamo y las nueces.
Los  omega 3 y omega 6-9 ácidos grasos poliinsaturados.
Los ácidos grasos poliinsaturados. Son componentes estructurales de los fosfolípidos que forman las membranas de las neuronas y que  son esenciales para el buen funcionamiento neuronal.  Estos  ácidos grasos  son  buenos para el corazón  el sistema inmunológico, y también indispensables  para un buen funcionamiento de las neuronas. Se encuentra en pescados azules (atún, bonito, sardina), algas,nueces, linaza, entre otros.
Aminoácidos
Triptófano: Es vital para fabricar la serotonina, que se relaciona con el buen humor y el aprendizaje. Se encuentra en alimentos como pescado, lácteos, pavo, huevos, frutos secos, plátano, piña y aguacate.
Tirosina: Participa en la creación de la noradrenalina químico esencial para los procesos de atención. Las fuentes son quesos, huevos y carne.
Colina: La soja, el hígado y el huevo son ricos en este componente de la acetil-colina, que favorece la transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos.
Fenilananina: Aunque hay personas hipersensibles, es necesaria para fabricar la dopamina, relacionada con el control del movimiento y el estado de vigilia. Se halla en la soja, la remolacha y los granos.
L-glutamina: Sirve para construir ácido gamma-aminobutírico (GABA) en el cerebro y tiene un impacto en la felicidad. Se encuentra en carnes de cerdo y res, así como en las semillas de sésamo y girasol.
La vitamina E: Mejora la actividad neuronal y previene la oxidación de las membranas neuronales. Lo encuentras en el curry, espárragos, aguacate, nueces, cacahuete, aceitunas y aceite de oliva.
Folato: También es necesaria para que se forme la serotonina, conocida como la hormona de la felicidad, y lo encuentras en las espinacas.
Los flavanoides:

 Ayudan a la comunicación entre las neuronas, conocida como sinapsis, reducen el envejecimiento neuronal y mejoran la memoria, los puedes encontrar en los frijoles, el chocolate y el vino tinto.

Los acido alfa lipoico.
 Es un poderoso regulador del equilibrio celular, ayuda a las neuronas a combatir el estrés y neutralizar a los radicales libres, moléculas que generan caos cerebral. Lo encuentras en vísceras como riñón, corazón e hígado, así como en vegetales verdes como la espinaca y el brócoli.
Los  antioxidante

Estas sustancias protegen las neuronas y evitan que envejezcan o se dañen. Se encuentran, principalmente, en frutas y verduras, pero también en mariscos y alimentos de grano entero.

La  actividad física 

 El movimiento favorece la oxigenación del cerebro y evita que las hormonas del estrés dañen las neuronas. Es importante dedicar al menos los 1h  diaria  a alguna actividades física

Comer cinco comida diaria en pequeñas porciones

Tres son las comidas básicas del día: desayuno, almuerzo y cena . Pero, para asegurar un flujo correcto de energía al cerebro, es preciso hacer cinco o seis comidas pequeñas a lo largo del día.

 Una copita de vino con la comida se ha asociado a un menor riesgo de demencia.

Hacer meditación, relajación,  yoga , son unas técnicas de gran ayuda para un buen funcionamiento cerebral.

M.Carmen Hernandez